lunes, 7 de septiembre de 2015

'Cuentos reunidos' de Amparo Dávila



Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 1928) es una rara avis de las letras mexicanas. Escritora de culto y casi desconocida, es considerada una de las cuentitas más destacadas del XX en nuestro país. En los últimos años ha dado de que hablar por la recopilación de su narrativa breve en el volumen Cuentos reunidos (2009), y más recientemente por el premio literario que lleva su nombre.

Sus inquietantes relatos  logran crear una atmósfera lúgubre en la que lo desconocido acecha en cada línea. La locura, el amor, la muerte y el misterio se ligan en sus historias de manera casi indisoluble.

En Alta cocina -una pequeña obra maestra-, el narrador rememora el peculiar platillo que se degustaba en casa de sus padres. La protagonista de El huésped confirmará de forma macabra que lo mejor de las visitas es cuando se van. Una madre y su hijo parecieran ser victimas de un folie à deux en El espejo. Un hombre rico e influyente prepara con entusiasmo su propio sepelio en El entierro. En cada cuento Dávila nos introduce en una historia en la que lo cotidiano y  monótono  se rompe para dar lugar a un hecho sobrecogedor, inquietante.

Dávila se inicio en el mundo de la literatura como poeta. En 1950 publicó el poemario Salmos bajo la lluvia y en 1954 Meditación a la orilla del sueño y Perfil de soledades. A los que siguieron los libros de cuentos Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964) y Arboles petrificados (Premio Javier Villaurrutia 1977). Estos tres libros, junto con uno inédito llamado Con los ojos abiertos, conforman el volumen Cuentos reunidos, hermosamente editado por el Fondo de Cultura Económica.

Muy recomendable esta artesana del cuento, en cuyas narraciones el lector tiene la sensación, párrafo a párrafo, de que algo horrible y desagradable va a saltar sobre él en cualquier momento.